Este sitio web está destinado a una audiencia internacional, excluyendo a los Estados Unidos y Canadá. Visite el sitio web local en el idioma de su país.

Salud mental con miotonía no distrófica

Convivir con miotonía no distrófica puede afectar a la salud mental. Descubre cómo reconocer el impacto emocional, pedir ayuda y acceder a recursos para tu bienestar psicológico.

La salud mental en enfermedades raras suele pasar desapercibida. Sin embargo, convivir con miotonía no distrófica no solo implica afrontar cada día síntomas como la rigidez muscular, los calambres, el dolor o la fatiga. Su impacto va mucho más allá del plano físico. El malestar corporal, la imprevisibilidad de los síntomas y la falta de comprensión del entorno afectan de forma directa a la salud mental y emocional de quienes la padecen.

En este artículo te contamos por qué cuidar de tu salud mental es tan importante como tratar los síntomas físicos cuando vives con miotonía no distrófica. Además, te damos estrategias para sentirte mejor en el día a día.

¿Cómo puede afectar emocionalmente vivir con una enfermedad rara?

Vivir con una enfermedad rara como la miotonía no distrófica implica atravesar diferentes etapas cargadas de emociones y retos que afectan tanto a la persona diagnosticada como a su entorno.

Antes del diagnóstico, muchas personas conviven con la frustración de sentirse mal y no encontrar respuestas claras. La miotonía no distrófica es poco conocida, incluso entre profesionales de la salud, lo que puede retrasar su detección. A veces, los síntomas pueden empezar en la infancia, cuando actividades tan cotidianas como correr, jugar al fútbol o subir unas escaleras se convierten en auténticos desafíos.

El momento del diagnóstico marca un punto de inflexión. Por un lado, hay alivio por encontrar una explicación a los síntomas. Pero, al mismo tiempo, aparece el impacto emocional del diagnóstico: asumir que se trata de una condición crónica, hereditaria y sin cura puede generar miedo, incertidumbre y un sentimiento de pérdida del futuro tal y como se lo había imaginado. Contar con acompañamiento psicológico especializado y con asociaciones de pacientes ayuda a gestionar estas emociones y recibir orientación sobre recursos sociales, tratamientos sintomáticos y opciones reproductivas.

Después del diagnóstico, empieza la adaptación. Explicar la enfermedad a familiares, amigos o compañeros de trabajo puede ser difícil, pero las personas con miotonía no distrófica también se ven obligadas a hacerlo en situaciones cotidianas con desconocidos: al dar la mano, al necesitar más tiempo para subir unas escaleras o al reorganizar tareas y reuniones. Esta necesidad constante de explicación y planificación puede resultar agotadora. La flexibilidad en entornos educativos y laborales facilita la integración y la autonomía.

A todo esto, hay que sumarle que, el carácter fluctuante de los síntomas1 —días con mayor rigidez, episodios inesperados de dolor o fatiga intensa— añade una sensación constante de falta de control y de vivir con incertidumbre médica que incrementa la ansiedad y la inseguridad en la vida cotidiana2,3. Incluso actividades sencillas como subir escaleras, practicar deporte o planificar un día fuera de casa pueden convertirse en motivo de preocupación o en recordatorios de las limitaciones físicas.

El estudio Health Status in Non-Dystrophic Myotonia: Pain and Fatigue confirma este impacto3. Los pacientes con miotonía no distrófica, especialmente los que sufren fatiga intensa o dolor crónico tienen una percepción global de su calidad de vida mucho peor. La fatiga, en particular, se asocia a una menor energía y vitalidad emocional, lo que demuestra la estrecha conexión entre los síntomas físicos y psicológicos3.

Ansiedad, frustración, incertidumbre… Emociones frecuentes en la miotonía

La encuesta internacional IMPACT (Understanding the Impact of Non-Dystrophic Myotonia) profundiza en cómo la ansiedad y miotonía no distrófica suelen ir de la mano. La mayoría de los participantes describe una preocupación constante por la progresión de la enfermedad. Además, la imprevisibilidad de la rigidez, la fatiga o el dolor genera un estado de ansiedad y estrés continuos que, con frecuencia, derivan en sentimientos de tristeza o desánimo2.

De hecho, la depresión en trastornos neuromusculares es muy común. Más del 75% de los encuestados reconoce haber sentido depresión o desesperanza, sobre todo cuando la enfermedad limita su vida laboral, académica o social. Muchos comentan haber experimentado aislamiento o incluso bullying y discriminación debido a las limitaciones físicas o a la falta de comprensión del entorno2. Sentirse así es completamente normal y no significa necesariamente tener depresión o ansiedad, pero sí justifica la necesidad de estrategias de detección temprana y acompañamiento psicológico y psicosocial.

La encuesta también revela altos niveles de ansiedad social y vergüenza. A algunas personas les resulta muy difícil explicar su condición a compañeros de trabajo o amigos, lo que incrementa la soledad1. Otras describen una pérdida de confianza en sí mismas y miedo a exponerse en situaciones cotidianas, hasta el punto de evitar espacios públicos por temor a caídas o a no poder moverse con normalidad. En casos más extremos, esta suma de factores desencadena ataques de pánico o rechazo a participar en actividades sociales2.

Estrategias para cuidar tu bienestar emocional

Aunque la ansiedad, la frustración o la depresión son experiencias comunes en la miotonía no distrófica, no hay que afrontarlas en soledad. Con el apoyo y las herramientas adecuadas, la carga emocional puede aliviarse, recuperando el equilibrio y mejorando la calidad de vida.

Existen varias maneras de proteger tu salud mental cuando convives con miotonía no distrófica:

  • Busca apoyo psicológico estructurado: los expertos recomiendan incluir programas de apoyo psicológico en miotonía no distrófica, tanto para pacientes como para cuidadores, adaptados a sus necesidades individuales.
  • Infórmate sobre la enfermedad: conocer cómo los síntomas físicos influyen en el bienestar emocional ayuda a reconocer señales de alerta y a pedir ayuda antes de que el malestar se intensifique.
  • Practica el autocuidado: los conceptos autocuidado y enfermedades crónicas deberían ir siempre juntos. Dedicar tiempo al descanso, utilizar técnicas de relajación y realizar actividad física adaptada a tus capacidades mejora la energía y el estado de ánimo.
  • Conéctate con otras personas: compartir experiencias con pacientes que entienden tu situación reduce la sensación de aislamiento y fortalece la autoestima.
  • Habla con tu entorno: explicar de manera clara y sencilla la naturaleza fluctuante de los síntomas puede disminuir la vergüenza y aumentar la comprensión de tu familia y de tu entorno social o laboral.

¿Cuándo y cómo pedir ayuda emocional de forma profesional?

Sentirse abrumado, triste o sin energía es totalmente normal cuando se convive con una enfermedad crónica como la miotonía no distrófica. Pero eso no significa que tengas que afrontarlo en soledad. Saber cuándo y cómo pedir ayuda profesional puede ser el primer paso para aliviar esa carga emocional y encontrar nuevas herramientas para afrontar el día a día.

Considera buscar ayuda especializada si notas que:

  • La ansiedad, la tristeza o la frustración interfieren en tu vida diaria.
  • La fatiga o el dolor afectan a tu motivación o a tu estado de ánimo.
  • Con frecuencia te sientes emocionalmente agotado, irritable o sin esperanza.
  • Como cuidador, la carga emocional te resulta demasiado difícil de manejar en solitario.

En estos casos, puede ser útil acudir a psicólogos clínicos con experiencia en enfermedades crónicas o neuromusculares. Si los síntomas emocionales son más intensos, un psiquiatra puede evaluar la necesidad de tratamiento adicional.

Apoyo emocional: familia, grupos de pacientes y psicoterapia

Contar con una red familiar que ofrezca comprensión y acompañamiento emocional es fundamental para afrontar una enfermedad crónica. Algunos consejos para hablar sobre la miotonía no distrófica con tu entorno son:

  • Infórmate primero: ten clara la información básica sobre la enfermedad para explicar tu situación con seguridad.
  • Usa un lenguaje sencillo: evita tecnicismos y describe tus síntomas con ejemplos cotidianos, como “a veces mis músculos se ponen rígidos y me cuesta moverme”.
  • Explica la variabilidad de los síntomas: ayuda a los demás a entender por qué algunos días necesitas más tiempo o apoyo que otros.
  • Comparte materiales informativos: utiliza recursos de confianza que ofrezcan información clara sobre enfermedades neuromusculares.
  • Habla de tus necesidades concretas: por ejemplo, pedir más tiempo para subir escaleras o planificar actividades con antelación.
  • Invita a hacer preguntas: fomenta un ambiente abierto y de confianza para resolver dudas.
  • Busca apoyo profesional si lo necesitas: un psicólogo o trabajador social puede orientarte sobre cómo abordar estas conversaciones si te resultan difíciles.

Además, los grupos de pacientes y asociaciones como ASEM ofrecen espacios donde compartir experiencias, recibir apoyo práctico y disminuir la sensación de aislamiento.

Por su parte, la psicoterapia, ya sea individual o grupal, complementa este apoyo ofreciendo herramientas para gestionar emociones y fortalecer la confianza, integrando a la vez la ayuda del entorno familiar y asociativo para un acompañamiento más completo.

Referencias
+

Historias de pacientes con Miotonía No Distrófica

speech

Alimentos que se deben evitar en una dieta baja en potasio

  • Fruit1,2
  • Vegetables1,2
  • Beans/legumes1,3
  • Other1-3
  • Avocado
  • Artichoke
  • Baked beans
  • Bran cereal
  • Apricots
  • Beetroot
  • Kidney beans
  • Dairy (eg yoghurt, milk)
  • Bananas
  • Brussel sprouts
  • Lentils
  • Nuts
  • Dried fruits eg dates, raisins and prunes
  • Broccoli (cooked)
  • Brown rice
  • Grapefruit
  • Okra
  • Salt substitutes
  • Kiwi
  • Parsnip
  • Wholewheat bread and pasta
  • Mango
  • Potatoes (processed or with skin on)
  • Melons
  • Cooked spinach
  • Nectarines
  • Tomato (concentrated, eg. Tomato puree)
  • Oranges and orange juice
  • Papaya
  • Pomegranate and pomegranate juice
  • Fruit1,2

    Avocado

    Apricots

    Bananas

    Dried fruits eg dates, raisins and prunes

    Grapefruit

    Kiwi

    Mango

    Melons

    Nectarines

    Oranges and orange juice

    Papaya

    Pomegranate and pomegranate juice

  • Vegetables1,2

    Artichoke

    Beetroot

    Brussel sprouts

    Broccoli (cooked)

    Okra

    Parsnip

    Potatoes (processed or with skin on)

    Cooked spinach

    Tomato (concentrated, eg. Tomato puree)

  • Beans/legumes1,3

    Baked beans

    Kidney beans

    Lentils

  • Other1-3

    Bran cereal

    Dairy (eg yoghurt, milk)

    Nuts

    Brown rice

    Salt substitutes

    Wholewheat bread and pasta

La carne y el pescado contienen una cantidad moderada de potasio, pero son una fuente importante de proteínas, por lo que no deben evitarse; Los productos lácteos contienen potasio, pero son una fuente importante de calcio, por lo que deben consumirse con moderación.
References
  • WebMD. Low-potassium diet: what to know? Available at: https://www.webmd.com/food-recipes/low-potassium-diet-foods ; Accessed March 2021
  • St Georges Kidney Patients Association. Eating on a low potassium diet. Available at: https://www.sgkpa.org.uk/main/eating-well-on-a-low-potassium-diet-2 ; Accessed March 2021
  • NHS. Information for people on a low potassium diet. Available at: https://www.nth.nhs.uk/content/uploads/2019/02/PIL1061-Information-for-people-following-a-low-potassium-diet-Final-11.02.19-LP.pdf ; Accessed March 2021
  • Tipo de NDM1
  • Síntomas2,3
  • ¿Qué tipo de canal iónico?2,3
  • How is it inherited?2,3
  • Miotonía congénita de Thomsen

    (también llamada miotonía de Thomsen o miotonía congénita autosómica dominante)
  • Las extremidades inferiores suelen estar más afectadas, aunque también puede afectar los brazos, las manos y la cara. La rigidez puede empeorar al intentar moverse después de un periodo de inactividad y puede disminuir conforme los músculos se "calientan".
  • Chloride (Cl-)
  • Autosomal dominante
  • Miotonía congénita de Becker

    (también conocida como miotonía de Becker, enfermedad de Becker, miotonía generalizada, miotonía generalizada recesiva o miotonía congénita autosómica recesiva)
  • Las extremidades inferiores suelen estar más afectadas, aunque también pueden afectarse los brazos, las manos y la cara. La rigidez podría empeorar cuando intentas moverte después de un período de inactividad o si te sobresaltas, y puede mejorar a medida que los músculos se «calientan». A veces, las personas con miotonía congénita de Becker experimentan debilidad temporal después de un episodio de miotonía.
  • Chloride (Cl-)
  • Autosomal recessive
  • Paramiotonía congénita

    (también conocida como enfermedad de Eulenburg, parálisis periódica paramiotónica, paramiotonía congénita de von Eulenburg, PMC o enfermedad de von Eulenburg)
  • La miotonía afecta principalmente las manos y la cara, y empeora con el ejercicio. El frío también es un desencadenante clave de la miotonía, y la debilidad muscular después de un episodio de miotonía puede durar horas o, en ocasiones, días.
  • Sodium (Na+)
  • Autosomal dominante
  • Miotonía del canal de sodio (SCM, por sus siglas en inglés):

    miotonía permanens y miotonía fluctuans, miotonía sensible a la acetazolamida (ARM, por sus siglas en inglés), anteriormente conocida como miotonía agravada por potasio (PAM, por sus siglas en inglés)
  • La miotonía agravada por potasio es una forma poco común de NDM que afecta a todas las áreas del cuerpo. Los ataques de miotonía se desencadenan al consumir alimentos ricos en potasio. Los síntomas pueden variar considerablemente de un día a otro (miotonía fluctuans) o ser constantes y graves (miotonía permanens).
  • Sodium (Na+)
  • Autosomal dominante
  • Otros trastornos del sodio estrechamente relacionados con la miotonía

    (incluida la parálisis hipercalémica o hiperPP)
  • La miotonía suele ser leve y a menudo afecta los párpados, las manos y la lengua. Los episodios de debilidad pueden ocurrir en cualquier momento y comúnmente se desencadenan por el descanso después del ejercicio, el ayuno, el consumo de alimentos ricos en potasio o el estrés.
  • Sodium (Na+)
  • Autosomal dominante
References
  • Stunnenberg B. Muscle Nerve. 2020 Oct; 62(4): 430–444
  • Hahn C, Salajegheh MK. Iran J Neurol 2016;15:46–53
  • Matthews E, et al. Brain 2010:133; 9–22
  • Tipo de NDM1

    Miotonía congénita de Thomsen

    (también llamada miotonía de Thomsen o miotonía congénita autosómica dominante)

    Miotonía congénita de Becker

    (también conocida como miotonía de Becker, enfermedad de Becker, miotonía generalizada, miotonía generalizada recesiva o miotonía congénita autosómica recesiva)

    Paramiotonía congénita

    (también conocida como enfermedad de Eulenburg, parálisis periódica paramiotónica, paramiotonía congénita de von Eulenburg, PMC o enfermedad de von Eulenburg)

    Miotonía del canal de sodio (SCM, por sus siglas en inglés):

    miotonía permanens y miotonía fluctuans, miotonía sensible a la acetazolamida (ARM, por sus siglas en inglés), anteriormente conocida como miotonía agravada por potasio (PAM, por sus siglas en inglés)

    Otros trastornos del sodio estrechamente relacionados con la miotonía

    (incluida la parálisis hipercalémica o hiperPP)

  • Síntomas2,3

    Las extremidades inferiores suelen estar más afectadas, aunque también puede afectar los brazos, las manos y la cara. La rigidez puede empeorar al intentar moverse después de un periodo de inactividad y puede disminuir conforme los músculos se "calientan".

    Las extremidades inferiores suelen estar más afectadas, aunque también pueden afectarse los brazos, las manos y la cara. La rigidez podría empeorar cuando intentas moverte después de un período de inactividad o si te sobresaltas, y puede mejorar a medida que los músculos se «calientan». A veces, las personas con miotonía congénita de Becker experimentan debilidad temporal después de un episodio de miotonía.

    La miotonía afecta principalmente las manos y la cara, y empeora con el ejercicio. El frío también es un desencadenante clave de la miotonía, y la debilidad muscular después de un episodio de miotonía puede durar horas o, en ocasiones, días.

    La miotonía agravada por potasio es una forma poco común de NDM que afecta a todas las áreas del cuerpo. Los ataques de miotonía se desencadenan al consumir alimentos ricos en potasio. Los síntomas pueden variar considerablemente de un día a otro (miotonía fluctuans) o ser constantes y graves (miotonía permanens).

    La miotonía suele ser leve y a menudo afecta los párpados, las manos y la lengua. Los episodios de debilidad pueden ocurrir en cualquier momento y comúnmente se desencadenan por el descanso después del ejercicio, el ayuno, el consumo de alimentos ricos en potasio o el estrés.

  • ¿Qué tipo de canal iónico?2,3

    Chloride (Cl-)

    Chloride (Cl-)

    Sodium (Na+)

    Sodium (Na+)

    Sodium (Na+)

  • How is it inherited?2,3

    Autosomal dominante

    Autosomal recessive

    Autosomal dominante

    Autosomal dominante

    Autosomal dominante

References
  • Stunnenberg B. Muscle Nerve. 2020 Oct; 62(4): 430–444
  • Hahn C, Salajegheh MK. Iran J Neurol 2016;15:46–53
  • Matthews E, et al. Brain 2010:133; 9–22