¿Qué causa la miotonía no distrófica?
La miotonía no distrófica se refiere a un grupo de trastornos neuromusculares hereditarios causados por mutaciones genéticas, concretamente en los genes SCN4A o CLCN1. Estos genes regulan la actividad de los canales de iones en células musculares que son esenciales para el funcionamiento correcto de los músculos.
Mutaciones genéticas: la raíz del problema
Dependiendo del tipo de miotonía no distrófica, las mutaciones genéticas pueden afectar diferentes canales iónicos y heredarse de forma dominante (cuando uno de los progenitores tiene el gen alterado) o recesiva (cuando ambos padres son portadores del gen mutado).
Hasta la fecha, se han identificado más de 200 mutaciones en el gen CLCN1 y más de 65 en el SCN4A, relacionadas con la miotonía no distrófica.1
¿Qué función cumplen los canales iónicos en los músculos?
Los músculos se contraen y se relajan gracias a señales eléctricas enviadas por el cerebro a través de los nervios. Cuando estas señales llegan al músculo, se activan canales microscópicos en su membrana, conocidos como canales iónicos, permitiendo la entrada y salida de partículas cargadas (iones). Esta dinámica es clave para asegurar una transmisión neuromuscular eficaz.
En una persona sin alteraciones genéticas, una señal provoca una contracción y, al cesar la señal, el músculo se relaja de forma inmediata.

¿Cómo alteran estas mutaciones la contracción muscular?
En las personas con miotonía no distrófica, los fallos genéticos en canales musculares interfieren con la señal eléctrica que regula su actividad. Esto provoca que el músculo:
- Reciba señales de contracción de forma repetitiva o anómala.
- Permanezca tenso o contraído durante más tiempo de lo habitual.
- Tenga dificultades para relajarse completamente.
Dicho de otro modo, los músculos tardan más en “soltarse” después de moverse. Esta disfunción en la relajación muscular da lugar a síntomas como rigidez, calambres o bloqueo muscular, sobre todo después de períodos de reposo o al iniciar un movimiento.
Además de la disfunción en la relajación muscular, en algunos casos la miotonía no distrófica también se asocia con hipertrofia muscular, es decir, un aumento anormal del tamaño de los músculos.

Tipos de canales iónicos afectados en la miotonía no distrófica
Las mutaciones genéticas en la miotonía no distrófica afectan principalmente a dos tipos de canales de iones en las células musculares2,3:
- Canales de sodio (Na⁺)
- Canales de cloro (Cl⁻)
Como su nombre indica, estos canales permiten el paso de sodio y cloro dentro y fuera del músculo. Ambos son esenciales para mantener el equilibrio y la conductividad eléctrica que permiten que el músculo se contraiga y se relaje de forma adecuada.
Cada tipo de miotonía no distrófica está asociado a una alteración en uno de estos canales: algunos afectan específicamente a los canales de sodio, mientras que otros comprometen el funcionamiento de los canales de cloro, lo que da lugar a síntomas y formas clínicas diferentes según el caso.
La importancia de conocer el tipo de mutación genética
Identificar el tipo de mutación genética que causa la miotonía no distrófica es clave para entender cómo se manifiesta la enfermedad en cada persona. Cada mutación puede dar lugar a síntomas distintos, afectar a diferentes grupos musculares o responder de forma variable a ciertos tratamientos. Además, un diagnóstico genético preciso permite orientar mejor el seguimiento médico, personalizar las recomendaciones y brindar información útil sobre el riesgo de transmisión familiar.
Referencias
- Morales F and Pusch M. Front Neurol 2020;10:1404
- Hahn C, Salajegheh MK. Iran J Neurol 2016;15:46–53
- Matthews E et al. Brain 2010;133:9–22
La miotonía no distrófica se refiere a un grupo de trastornos neuromusculares hereditarios causados por mutaciones genéticas, concretamente en los genes SCN4A o CLCN1. Estos genes regulan la actividad de los canales de iones en células musculares que son esenciales para el funcionamiento correcto de los músculos.
Mutaciones genéticas: la raíz del problema
Dependiendo del tipo de miotonía no distrófica, las mutaciones genéticas pueden afectar diferentes canales iónicos y heredarse de forma dominante (cuando uno de los progenitores tiene el gen alterado) o recesiva (cuando ambos padres son portadores del gen mutado).
Hasta la fecha, se han identificado más de 200 mutaciones en el gen CLCN1 y más de 65 en el SCN4A, relacionadas con la miotonía no distrófica.1
¿Qué función cumplen los canales iónicos en los músculos?
Los músculos se contraen y se relajan gracias a señales eléctricas enviadas por el cerebro a través de los nervios. Cuando estas señales llegan al músculo, se activan canales microscópicos en su membrana, conocidos como canales iónicos, permitiendo la entrada y salida de partículas cargadas (iones). Esta dinámica es clave para asegurar una transmisión neuromuscular eficaz.
En una persona sin alteraciones genéticas, una señal provoca una contracción y, al cesar la señal, el músculo se relaja de forma inmediata.

¿Cómo alteran estas mutaciones la contracción muscular?
En las personas con miotonía no distrófica, los fallos genéticos en canales musculares interfieren con la señal eléctrica que regula su actividad. Esto provoca que el músculo:
- Reciba señales de contracción de forma repetitiva o anómala.
- Permanezca tenso o contraído durante más tiempo de lo habitual.
- Tenga dificultades para relajarse completamente.
Dicho de otro modo, los músculos tardan más en “soltarse” después de moverse. Esta disfunción en la relajación muscular da lugar a síntomas como rigidez, calambres o bloqueo muscular, sobre todo después de períodos de reposo o al iniciar un movimiento.
Además de la disfunción en la relajación muscular, en algunos casos la miotonía no distrófica también se asocia con hipertrofia muscular, es decir, un aumento anormal del tamaño de los músculos.

Tipos de canales iónicos afectados en la miotonía no distrófica
Las mutaciones genéticas en la miotonía no distrófica afectan principalmente a dos tipos de canales de iones en las células musculares2,3:
- Canales de sodio (Na⁺)
- Canales de cloro (Cl⁻)
Como su nombre indica, estos canales permiten el paso de sodio y cloro dentro y fuera del músculo. Ambos son esenciales para mantener el equilibrio y la conductividad eléctrica que permiten que el músculo se contraiga y se relaje de forma adecuada.
Cada tipo de miotonía no distrófica está asociado a una alteración en uno de estos canales: algunos afectan específicamente a los canales de sodio, mientras que otros comprometen el funcionamiento de los canales de cloro, lo que da lugar a síntomas y formas clínicas diferentes según el caso.
La importancia de conocer el tipo de mutación genética
Identificar el tipo de mutación genética que causa la miotonía no distrófica es clave para entender cómo se manifiesta la enfermedad en cada persona. Cada mutación puede dar lugar a síntomas distintos, afectar a diferentes grupos musculares o responder de forma variable a ciertos tratamientos. Además, un diagnóstico genético preciso permite orientar mejor el seguimiento médico, personalizar las recomendaciones y brindar información útil sobre el riesgo de transmisión familiar.
Referencias
- Morales F and Pusch M. Front Neurol 2020;10:1404
- Hahn C, Salajegheh MK. Iran J Neurol 2016;15:46–53
- Matthews E et al. Brain 2010;133:9–22

